Guadalajara es una ciudad y municipio español, situada en el centro de la península ibérica. Es la capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Está situada sobre un otero en la orilla izquierda del valle del río Henares en la parte más elevada de la meseta sur, entre las comarcas de La Alcarria y la Campiña del Henares. La ciudad se fundó sobre una eminencia acusada del terreno, entre dos profundos barrancos, el del Alamín y el del Coquín o de San Antonio, que traían sus aguas desde la cercana meseta alcarreña hasta el Henares.

La altitud de la ciudad es de 708 metros medidos en la plaza mayor. El clima es mediterráneo continentalizado, con largos y fríos inviernos, y veranos cortos y muy calurosos. La media anual de temperaturas se encuentra en 13,1 °C y la de precipitaciones en más de 400 l/m². Con una población de 87 064 habitantes (INE 2021), es la segunda ciudad más poblada de la comunidad autónoma tras Albacete. El término municipal tiene una superficie de 235,51 km² y una densidad de población de 355,11 hab/km².

La ciudad de Guadalajara fue fundada por los árabes, entre el siglo viii y el ix. De esa época se cree proviene su nombre que podría venir del árabe andalusí «wād al-ḥaŷarah» (واد الحجرة o وادي الحجرة) dado al río Henares. En sus cercanías había existido un emplazamiento romano, cuyo nombre, Arriaca, puede tener el mismo significado. La ciudad alcanzó cierto esplendor en el siglo x, a pesar de su situación en un territorio que casi siempre estuvo en pie de guerra.⁴​

En 1085, Guadalajara fue conquistada por Alfonso VI, atribuido este hecho a Alvar Fáñez de Minaya.⁵​ Desde ese momento y hasta la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 la historia de la ciudad refleja el curso de las guerras contra los almorávides y almohades.⁶​ En 1133 el rey Alfonso VII otorga el primer fuero a la población para regular la vida de su comunidad, estableciendo un conjunto de normas, derechos y privilegios y en 1219, Fernando III lo amplía concediendo el fuero largo a la ciudad.⁷​ Posteriormente la protección del rey Alfonso X aseguró el desarrollo económico de la población, mediante la defensa de sus comerciantes y la autorización de sus ferias y mercados. En la segunda mitad del siglo xiv se estableció en Guadalajara la familia de los Mendoza que con su posterior ascenso trajo consigo el de la ciudad. En 1460, el rey Enrique IV concedió a la población el título de ciudad. A lo largo del siglo xvi se logró una época de auge.

La crisis general del siglo xvii afectó especialmente a Guadalajara que con la marcha de los Mendoza a Madrid y junto a la quiebra y la despoblación la continuidad de la ciudad se vio en entredicho. A comienzos del siglo xviii y tras ser saqueada durante la guerra de Sucesión, la ciudad vive su peor momento. Para intentar frenar esta situación Felipe V establece la Real Fábrica de Paños en la ciudad, que hasta principios del siglo xix asegura el crecimiento de la población.

Los daños causados por la guerra de Independencia y el cierre de la Real Fábrica de Paños en 1822 provocaron un nuevo declive en la ciudad.⁸​ En adelante, hasta la segunda mitad del siglo xx, la ciudad se recuperó gracias a su función administrativa, como capital de provincia y sede de instituciones como la Academia de Ingenieros Militares o la Diputación de Guadalajara.⁹​ El crecimiento, aunque lento, transforma la población, que alcanza los 11 000 habitantes en 1900.

La falta de desarrollo industrial limitó hasta bien entrado el siglo xx las posibilidades de la ciudad. Como en la mayoría del país la guerra civil y la época de posguerra fueron tiempos muy difíciles. En 1959, Guadalajara fue incluida en los planes de desarrollo como polígono de descongestión industrial de Madrid lo que provocó unas tasas de crecimiento importante de la ciudad y del denominado Corredor del Henares.

Guadalajara is a Spanish city and municipality, located in the center of the Iberian Peninsula. It is the capital of the homonymous province, in the autonomous community of Castilla-La Mancha. It is located on a knoll on the left bank of the Henares river valley in the highest part of the southern plateau, between the regions of La Alcarria and Campiña del Henares. The city was founded on a pronounced eminence of the land, between two deep ravines, the Alamín and the Coquín or San Antonio, which brought their waters from the nearby Alcarreña plateau to the Henares.

The altitude of the city is 708 meters measured in the main square. The climate is continental Mediterranean, with long, cold winters and short, very hot summers. The average annual temperature is 13.1 °C and the rainfall is more than 400 l/m². With a population of 87,064 inhabitants (INE 2021), it is the second most populous city in the autonomous community after Albacete. The municipal area has an area of ​​235.51 km² and a population density of 355.11 inhabitants/km².

The city of Guadalajara was founded by the Arabs, between the 8th and 9th centuries. It is believed that its name comes from that time, which could come from the Andalusian Arabic “wād al-ḥaŷarah” (واد الحجرة or وادي الحجرة) given to the Henares River. Nearby there had been a Roman settlement, whose name, Arriaca, may have the same meaning. The city reached a certain splendor in the 10th century, despite its location in a territory that was almost always on a war footing.4

In 1085, Guadalajara was conquered by Alfonso VI, who attributed this fact to Alvar Fáñez de Minaya.5 From that moment and until the Battle of Las Navas de Tolosa in 1212, the history of the city reflects the course of the wars against the Almoravids and Almohades.6 In 1133 King Alfonso VII granted the first jurisdiction to the population to regulate the life of his community, establishing a set of rules, rights and privileges and in 1219, Fernando III extended it by granting the long jurisdiction to the city. 7 Later, the protection of King Alfonso X ensured the economic development of the population, through the defense of its merchants and the authorization of its fairs and markets. In the second half of the fourteenth century, the Mendoza family settled in Guadalajara, which with its subsequent rise brought with it that of the city. In 1460, King Henry IV granted the population the title of city. Throughout the sixteenth century a boom period was achieved.

The general crisis of the 17th century especially affected Guadalajara, which with the departure of the Mendozas to Madrid and together with bankruptcy and depopulation, the continuity of the city was called into question. At the beginning of the 18th century and after being looted during the War of Succession, the city is experiencing its worst moment. To try to stop this situation, Philip V established the Royal Cloth Factory in the city, which until the beginning of the 19th century ensured the growth of the population.

The damage caused by the War of Independence and the closure of the Royal Cloth Factory in 1822 caused a new decline in the city.8 From then on, until the second half of the 20th century, the city recovered thanks to its administrative function, as the capital of the province and headquarters of institutions such as the Academy of Military Engineers or the Guadalajara Provincial Council. The growth, although slow, transformed the population, which reached 11,000 inhabitants in 1900.

The lack of industrial development limited the possibilities of the city until well into the 20th century. As in most of the country, the civil war and the post-war period were very difficult times. In 1959, Guadalajara was included in the development plans as an industrial decongestion zone for Madrid, which caused significant growth rates in the city and in the so-called Henares Corridor.